La Dama de Segovia


Querido mío;

Ya son cuatro siglos juntos, y lo que nos queda...
Tú me viste nacer hace tiempo, allá por 1525.

Tú viste mis primeros pasos,
cómo se colocaron los cimientos,
la primeras piedras de lo que hoy soy, aquel 8 de junio.

Tú has visto miles de generaciones enteras recorrer mi claustro.
miles de almas rogar en mis capillas,
miles de curas envejecer en mi sacristía.

Has visto amaneceres reflejados en mis vidrieras,
al polvo acurrucarse en lo alto de mis bóvedas,
al aire golpear con fuerza contra mis pináculos,
testigos de amaneceres, atardeceres,
de días y noches sin fin.

Has visto cómo un niño recibía el bautismo en mi seno,
y cómo luego recibía comunión, se casaba, y se celebraba su funeral.

Has visto vidas enteras pasar por mi planta,
has oído sus secretos, igual que yo.

Me has acompañado cuando estaba sola, cuando tenía frío, o cuando enfermaba.

Tú has sido el único que ha estado ahí desde el principio,
y el único que estará hasta el final.

Gracias Tiempo,
te quiere,

La Dama de las Catedrales.

Natalia

Acrílico sobre lienzo por Natalia Hernanz

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