Siria, víctima beneficiada del efecto dominó de la Primavera Árabe.

Comenzando por Túnez, en 2011, al grito de “basta ya” dirigido al régimen de Ben Ali, una ola de entusiasmo, fuerza y valor, comienza a extenderse por los países árabes como si de un virus se tratase, no por su naturaleza, si no por su extraordinaria rapidez. A Túnez le seguirá Egipto, a éste Libia, llegando ulteriormente Siria.
Unos lo llaman guerra civil, otros no…el caso es que existe una lucha interna en el país de la que nadie hace nada al respecto. Eso sí, condenar la violencia sí lo hacen, aunque sean meras palabras de carácter burocrático. Con todo, y a pesar del dolor que causa cualquier guerra, el resultado esperemos sea beneficioso para el país, como lo ha sido en muchos otros a lo largo de la historia del mundo contemporáneo.
La entrevista ofrecida por la periodista Mayte Carrasco hizo que me sintiera algo más cerca del conflicto. Es interesante escuchar de primera mano lo que se siente cuando andas por la calle con miedo. Despertarte cada día y vivir dentro de esa “ruleta rusa”, como bien define la situación la periodista, ilustra a la perfección ese miedo que se siente cuando no sabes si hoy será tu último día. Más importante si cabe es, a mi parecer, cuando esta situación se traslada a la población civil. Este sector, tantas veces castigado a lo largo de las muchas, demasiadas quizá, luchas soberanas, supone un blanco fácil e igualmente eficaz cuando de hacer ruido se trata.
Otra cuestión que suscita mi desconcierto, es la referida a la embajada española en el país sirio. Así, Carrasco alude a ésta para referirse, no sin escaso asombro, a la falta de acción y compromiso de la misma. Lo verdaderamente sorprendente, es que la embajada mantiene sus puertas abiertas, aunque por ellas no entre ni salga nadie. A esta moda de inexistente reacción se une la ONU. ¿Qué está pasando? Tal vez no convenga meterse en el conflicto, tal vez ayudar a países como Egipto pase. Quizá en el caso de Siria no sea económicamente favorable. Tal vez. El caso es que, ahora mismo, hay una “cuidad fantasma” en la que los cuerpos son enterrados de noche, el miedo hace las veces de oxígeno y una pregunta se repite una y otra vez en las mentes de los que lo respiran…¿Será hoy?.

Natalia

Os dejo el link de la entrevista:
http://www.elpais.com/edigitales/entrevista.html?encuentro=8887

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